La estabilidad, factor interno que afecta de manera exógena y se revierte en factor en interno decisivo.
No me cabe duda de la buena voluntad de partidos políticos de nuevo corte como ciudadanos o podemos o incluso los nuevos y locales cuál compromiso o los siempre re re-fundados izquierda unida y sus candidaturas populares con estas últimas sí, plagadas de escuadras de la vieja política.
No tenemos que tener miedo al cambio. Eso sí en este camino todos tenemos/tienen que ceder puesto que la visión del Estado fuera de nuestras fronteras puede afectar de manera muy perjudicial a los intereses de los ciudadanos. Está claro que la vieja política ha de renovarse y asumir su nuevo papel y este ha de formar parte de la colaboración.
El 20 de diciembre queda ya lejos pero los votantes hablaron y el resultado es un panorama político mixto en el que todavía el Partido Popular y el Partido Socialista tiene mucho peso.
Si bien es cierto que sobre todo el primero ha de dar pasos de gigante en su regeneración, ya que sus cuadros están muy tocados por la corrupción de la que se ha salpicado históricamente también a los socialistas, sin embargo fuera de nuestras fronteras se ve a los nuevos partidos como fuente de riesgo de inestabilidad y son factores muy importantes para la deuda que tenemos que depende de ellos, no hay que tener miedo pero hay que tenerlo en cuenta. El Estado , los ciudadanos por ende, necesita de cantidades ingentes de dinero que en muchos casos se consigue del crédito exterior.
Hay muchos puntos de conexión entre partidos como Ciudadanos, Partido Socialista y Podemos, sin embargo también hay muchos puntos de fricción. Podemos tendría que ceder por lo menos en el plebiscito o referéndum que se pudiera dar en Cataluña como parte fundamental del acuerdo, tanto Ciudadanos como Partido Socialista parece que tienen claro que no entrarán en un gobierno que proponga la posible salida de Cataluña del Estado.
Este es el principal escollo del acuerdo. Por otra parte Ciudadanos debería ceder en políticas sociales ante el acuerdo con Podemos, y es aquí donde el Partido Socialista deberá un esfuerzo de hacer de nexo común.
Ciudadanos achaca a Podemos ser un partido radical que pone en riesgo la unidad nacional. Podemos achaca a Ciudadanos ser el PP encubierto pero hay numerosas diferencias que pudieran hacer pensar que no sería tan difícil un pacto entre ellos.Diferencias que hacen que sean características similares entre Podemos y Ciudadanos. La primera es la corrupción donde tanto Podemos como Ciudadanos coinciden y donde más incisivos fueron en campaña. Sólo por esto valdría la pena intentarlo. Otro factor diferencial es la democracia de sus cuadros internos, con sus diferencias por supuesto en unos y en otros pero en ambos casos volcados en procesos mucho más participativos. Ambos partidos creen en la unidad de España, aunque Podemos podría poner en riesgo esta unidad en su ideario no está apoyar la escisión de Cataluña.
El otro posible acuerdo mucho más complejo es el que incorpora al Partido Popular con ciudadanos y con Partido Socialista. En mi opinión los populares deben hacer un camino por el desierto y renovarse antes de volver a tocar el poder dirigir la Nación y además deberían facilitar las cosas para que el Partido Socialista hubiera encaminar las reformas y la limpieza del Estado a pesar de su siniestro pasado con las corruptelas el factor de gobernar con el apoyo de nuevos partidos como ciudadanos y podemos le darían está balanza con la que contrapesar su poder.
Hay otra posibilidad que es la de un gobierno con Podemos Partido Socialista, Izquierda Unida y otra retahíla de partidos políticos que en algunos casos abogan por un referéndum muy rápido para la salida de Cataluña del Estado como son Esquerra Republicana de Catalunya y la antigua Convergencia ahora llamada Democracia y libertad, ahí además se incorporarían Compromis, el PNV, Coalición Canaria y Bildu , Todos serían necesarios para la investidura de Pedro Sánchez. en mi opinión este gobierno tendría una posición en contra muy fuerte, un Senado que no le aprobaría absolutamente nada y unos gobiernos extranjeros que recelarían en todo momento de la estabilidad del gobierno abocando a una situación muy difícil en lo económico y social fragmentando la sociedad y poniendo en serio riesgo la unidad de la nación con lo que eso conlleva.
La cuestión territorial es crucial en todas las combinaciones. Rajoy optó durante su legislatura ignorar la cuestión cuando otras formaciones propusieron medidas para atraerse a los catalanes como son algunas reformas constitucionales que afectan a la estructura del estado. Hoy la cuestión territorial aflora y no puede obviarse. Pienso que es imposible atraerse a los desafectos, estos siempre encuentran agravios a los que agarrarse para su continúa reivindicación, la deriva secesionista es cierta en Cataluña y la política catalana definirá en gran medida las políticas del estado en su conjunto. Demasiadas concesiones no sólo no lograran atraer a los desafectos sino que provocarán el encono y desconfianza de otras regiones que justamente se verán maltratadas por ser leales a España. Anticipó una desafección generalizada en tal caso, luego algo ha de hacerse. Un referéndum es la única opción antes de la imposición legal y sostenida por las fuerzas del estado (eufemismo de las armas). Los partidos políticos deben rearmar se moralmente para sostener una postura semejante y necesaria.
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